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PLD señala que Vargas Maldonado debe explicar "tales maniobras mientras se desempeñaba como secretario de Obras Públicas durante el cuatrienio gubernamental 2000-2004 que presidió Hipólito Mejía".
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SANTO DOMINGO, DN/República Dominicana.- El Partido de la Liberación Dominicano emplazó este martes al candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano para que explique "cómo adquirió 577 mil metros cuadrados de áreas protegidas en Samaná por un millón de pesos".
El PLD señaló pone en tela de juicio la supuesta adquisición de estos terrenos por Miguel Vargas Maldonado y venta de estos "al poco tiempo en 12.5 millones de dólares".
El partido de gobierno también cuestionó la compra del hotel Hispaniola, a 16.5 millones de dólares y vendido luego por 23 millones de dólares a un grupo español, operación comercial llevada a cabo por el candidato perredeísta según la dirigencia del partido morado.
PLD señala que Vargas Maldonado debe explicar "tales maniobras mientras se desempeñaba como secretario de Obras Públicas durante el cuatrienio gubernamental 2000-2004 que presidió Hipólito Mejía".
El documento fue leído durante una rueda de prensa Temístocles Montás, junto al secretario general del PLD, Reinaldo Pared Pérez, el coordinador nacional de campaña,l Francisco Javier García, así como de otros miembros de esta organización política entre los que se encontraban José Rafael Vargas, Carlos Dore Cabral, Max Puig.
A continuación el documento:
Emplazamos a Miguel Vargas Maldonado a que le explique al país:
1.- La forma en que adquirió 577 mil metros cuadrados en un área protegida de Samaná, por un millón de pesos, y vendérselos luego al Estado Dominicano por 12.5 millones de dólares, siendo Secretario de Obras Públicas.
2.- Que Miguel Vargas Maldonado le explique al país cómo fue que, siendo Secretario de Obras Públicas, compró el hotel Hispaniola, al Estado Dominicano, en la irrisoria suma de 16.5 millones de dólares, para vendérselo posteriormente a un grupo español por 23 millones de dólares.
3.- El país debería saber la magia que tiene el hoy candidato del PRD, para comprar en un millón de pesos un bien de interés público y un año después embolsillarse 20 millones de dólares por su venta.
¿Puede ser presidente de la República, una persona que engaña al Estado al cuál le sirve?
¿Puede asumir la función de Jefe del Estado Dominicano, una persona que exhibe esa conducta?
Aquí están los hechos:
El hoy candidato presidencial del PRD, Miguel Vargas Maldonado, compró los activos del Hotel Hispaniola, ubicado en la Av. Independencia de la capital de la República. La operación envolvió la suma de 16.5 millones de dólares, valor que según tasaciones realizadas por peritos expertos, era considerablemente inferior al precio de mercado.
La maniobra de compra, de dudosa legalidad, traspasó el hotel Hispaniola a Palmeras Comerciales S. A., una sociedad comercial constituida el 6 de septiembre de 1999, presidida por José Miguel Neder Caretini, empleado de confianza Miguel Vargas.
Para entonces, la prensa local cuestionó la operación y atribuyó a Vargas utilizar a Neder Caretini como testaferro, para burlar la disposición del 21 de Agosto del año 2000, que prohíbe a los funcionarios y sus familiares que participasen en actividades comerciales con el Estado.
La operación de venta del hotel Hispanota generó tal repulsa e indignación, que días después de la misma, el Presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Viviendas (Aprocovi), José Martínez Burgos, resaltaba que solo los terrenos del hotel tenía un valor de US$16 millones de dólares. Por tal negociación dolosa, el periódico Clave Digital y otros medios, destacaron a páginas completas la gravedad del acto de compra.
Miguel Vargas fue acusado entonces de tráfico de influencias para adquirir el inmueble por un valor inferior al real. Pero si grave fue la compra, mucho más el plan que se orquestó para burlar al Estado Dominicano.
En la transacción se establecieron formas y condiciones de pago lesivas al interés nacional. Los compradores del hotel cancelaron la suma de 12.5 millones de dólares mediante una ruin operación de dación en pago de unos 577 mil metros cuadrados en el Limón, Samaná. Y no es tan sólo por la sobrevaloración de 16 dólares por cada metro cuadrado, que representó para el Estado una pérdida superior a los 9 millones de dólares.
Lo más grave es que de los aproximadamente 577,000 metros cuadrados de las tres parcelas entregadas en dación en pago, unos 320,343 metros, aproximadamente el 56% de los terrenos entregados, pertenecían al Parque Nacional de Cabo Cabrón, según el artículo 34 de la ley 64-00, del 18 de agosto del año 2000. En virtud de esta inclusión, la ley impedía vender, comprar o realizar intervenciones que alteraran los ecosistemas de la zona.
Pero como el gobierno del PRD-PPH que amparaba a Miguel Vargas e Hipólito Mejía no se detenía ante la ley ni ante nada, hicieron votar una nueva ley que beneficiara al influyente secretario de Obras Públicas.
Solo trece días antes del cambio de gobierno, es decir, el día 3 de Agosto del 2004, votaron la nueva ley en el Congreso, la ley sectorial de Áreas Protegidas No. 202-04, que operaba la recalificación de terrenos.
Mediante esta nueva ley, se excluyeron terrenos del Parque Nacional de Cabo Cabrón.
En este último se modificó la calificación de una franja de terreno limitada por la línea de Costa, desde la parcela excluida por el decreto No. 2132 del 21 de Junio de 1976, donde actualmente se encuentra Bayahíbe y las principales instalaciones hoteleras del área, hasta El Peñón, al Sur de Palmillas, y una línea paralela a un kilómetro tierra adentro.
Dentro del área excluida se encuentra la parcela 20B, donde casualmente Carlos Sánchez y sus socios también tienen importantes inversiones de terrenos.
El hoy candidato del PRD está obligado a explicarle al país los pormenores de esta operación, que también envuelve a sus socios.
Precisamente, cuando los accionistas de Palmeras Comerciales decidieron (casi de inmediato) poner en venta el hotel, el hombre fuerte de Marbella, Carlos Sánchez, forma un grupo inversor que adquiere la sociedad de manos de Miguel Vargas Maldonado, por un valor de 23 millones de dólares. Todo estaba planificado.
El periódico Clave registra en su información de la fecha, que una gran parte de estos recursos se entregaron en efectivo y otra parte en canje de activos, entre ellos varias obras de arte. Pero lo que más resalta, de acuerdo al informe del semanario Clave, es la plusvalía que obtuvo Miguel Vargas Maldonado con esta operación. Se estima que obtuvo unos US$20, 000,000, (veinte millones de dólares).
LOS ANTECEDENTES DEL HOTEL HISPANIOLA
El Hotel Hispaniola comprende un terreno de 38,804 metros y un área de construcción de 10,321 metros. Fue construido por Rafael Leonidas Trujillo para la Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre, de 1955. Tras el fracaso de la feria, fue transformado en alojamiento para empleados públicos.
En Julio del 1973, el Banco Central adquirió el inmueble por US$12 millones (doce millones de dólares). Ese mismo año, el entonces presidente Balaguer arrendó la propiedad a la Gulf And Western Americas Co.
En 1998, el Banco Central decidió deshacerse de todos los inmuebles que poseía y ofreció ese hotel a la empresa Corporación de Hoteles, la cual rechazó la oferta y autorizó la venta.
En Marzo del 2001, el Banco Central adjudicó el inmueble a la compañía Palmeras Comerciales S.A., de Miguel Vargas Maldonado. El contrato preveía un desembolso inicial de US$4 millones de dólares y el resto mediante saldos semestrales. Sin embargo, el inicial fue desembolsado por Cirsa, arrendatario del Casino Hispaniola.
El pago restante US$12.5 millones se realizó con la permuta que hizo la compañía Inversiones Inmobiliarias Harna, de Vargas Maldonado, que entregó las parcelas números 3936, 4075 y 4076 del Distrito Catastral número 7, de la sección El Limón del municipio de Samaná.
Estos terrenos fueron adquiridos en el año 2000 por RD$1 millón de pesos. No obstante, fueron permutados en el Banco Central por un valor de US$ 11, 555,956, a razón de US$20 el metro. Esto, a pesar de que los ingenieros Ernesto Aquino y Luis Jiménez recomendaron recibir los terrenos a US$8 (ocho dólares el metro).
Luego, la secretaría de Medio Ambiente, vía la subsecretaría de Áreas Protegidas y Biodiversidad, explicó que el 56% de los terrenos en cuestión, pertenecen al Parque Nacional de Cabo Cabrón, es decir, era área protegida. Pero se tomaron los terrenos, los vendieron y a precios sobrevaluados. Y para eso cambiaron la ley. Y lo mismo hizo con el hotel Hispaniola.
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