miércoles, enero 23, 2008

En otro tono


Por Redacción / El Caribe/Servicios Google
Como primates

A los candidatos presidenciales de los tres principales partidos del país les ha dado por copiarse los unos de los otros para acometer acciones que pretenden vender a la ciudadanía como espontáneas, auténticas y sinceras pero en las que el trasfondo político es demasiado evidente como para pasar desapercibido por la población.
Dos situaciones recientes evidencian una gran falta de creatividad en los equipos de campaña de Amable Aristy Castro, Miguel Vargas Maldonado y Leonel Fernández.
Primero fue la cena de Nochebuena: a los tres se les ocurrió reunirse con familias de escasos recursos para compartir tan memorable ocasión, un gesto que fue, a todas luces, de corte populista y electorero.
Ahora aprovecharon las festividades por el Día de Nuestra Señora de la Altagracia para ir a la Basílica de Higüey y dejarse ver como los más fieles devotos de la Iglesia católica y de sus tradiciones. No es que sea pecaminoso ni les esté vedado a los políticos asistir a una eucaristía en ésta o en cualquier otra ocasión.
Pero la gente espera que sus líderes actúen por convicción y no movidos por circunstancias coyunturales en las que persiguen intereses determinados.
Incorregibles

Lo ideal sería que este viaje a Higüey y haber escuchado las sabias orientaciones del obispo Gregorio Nicanor Peña Rodríguez, que hizo una exhortación a deponer los odios y la división y a trabajar unidos para enfrentar los males del país, prendiese en los corazones de estos políticos una lucesita de entendimiento para librar en el terreno de las ideas -y no de las agresiones verbales- la batalla en su búsqueda por alcanzar el solio presidencial.
Pero, a juzgar por hechos recientes, parecería que a algunos de ellos las valiosas orientaciones “le entraron por un oído y le salieron por otro” pues la andanada de ataques personales no se hizo esperar.

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