martes, enero 22, 2008

Oposición con grandes retos para detener a LF

Perredeístas y reformistas, con fortalezas y debilidades
Por
Héctor Marte Pérez / El Caribe/Servicios Google
Una multitud peerredeísta recorre las calles de la capital
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Los dos principales partidos de oposición tienen de frente el gran reto de vencer a un presidente que no ha perdido ninguna elección y que pretende convertirse en el primer mandatario dominicano reelecto en este siglo.

Aunque son seis los candidatos presidenciales opositores, la mayoría de las encuestas de preferencia electoral publicadas hasta el momento colocan en el segundo lugar al candidato del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas, y al del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Amable Aristy Castro, en una tercera posición.

En este decisivo tramo del proceso, ambas organizaciones políticas exhiben distintas fortalezas y debilidades, en su afán por desplazar del poder al Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

En el caso del PRD. Su principal punto fuerte es la cohesión interna que exhibe la entidad política opositora, lo que siempre constituye un elemento importante para dar la batalla, sobre todo en el caso de los perredeístas, que históricamente han sido propensos a dividirse, lo cual se ha traducido en derrotas en varias ocasiones.

En esta ocasión, Miguel Vargas ha logrado atraer a todos los sectores internos para que participen en su campaña, aunque fue un largo proceso que culminó recientemente.

Si faltaban fichas en el tablero, ese problema se habría resuelto con la integración de Milagros Ortiz Bosch y Rafael Suberví Bonilla a los trabajos proselitistas del partido blanco.

La incorporación de esos dirigentes ha pasado del discurso a los hechos, ya que ambos han estado tirados a la calle en los últimos días.

La ex vicepresidenta de la República tiene a su cargo los trabajos políticos en el Distrito Nacional, mientras que el dos veces síndico de la Capital comanda las tropas de la provincia Santo Domingo, la más grande demarcación del país.

Ya Vargas había conquistado a Enmanuel Esquea Guerrero y Virgilio Bello Rosa, dos de las figuras que lo enfrentaron con más fuerza durante el proceso interno.

Con sus tropas completas, el aspirante presidencial perredeísta podría utilizar como grito de guerra la frase “el PRD unido…jamás será vencido”, que han repetido varios candidatos de esa organización, aunque algunos lograron triunfar y otros salieron derrotados. Como dijo otro líder político, para él, ya “la suerte está echada”.

Los pros y los contras de Amable

El candidato del PRSC, Amable Aristy, es el único político dominicano que se encuentra invicto luego de participar en más de una de decena de competencias dentro y fuera de su partido.

Pero esto no es necesariamente una ventaja, ya que ahora enfrenta un reto de mayor envergadura, al buscar la Presidencia de la República.

Uno de los factores a favor del candidato reformista es su gran capacidad de trabajo, lo que le permite cubrir mucho terreno en poco tiempo.

El hombre es “incansable” suelen decir sus adeptos y adversarios. También se le reconoce actuar en consecuencia con su eslogan “el Presidente de los pobres”, acudiendo en auxilio de los más necesitados a través de sus “cacerolazos” y otras acciones cuestionadas por sectores de la sociedad pero aceptadas y celebradas por los desposeídos.

Su principal enemigo es la estampida de dirigentes que ha sufrido su partido durante los últimos años y que ha tenido varios episodios luego de que él se alzara con la candidatura.

Un Arma de doble filo

Miguel Vargas también ha logrado integrar a su campaña a los demás sectores que inciden dentro del partido blanco. Eso incluye a Hipólito Mejía y sus seguidores, quienes conforman un grupo de gran fortaleza interna.

Sin embargo, la cercanía de Vargas con el ex mandatario tiene “doble filo”, porque fue un elemento que le enrostraron sus adversarios en la campaña interna del PRD y que ahora también es utilizado en la campaña nacional por los promotores de la reelección del Presidente Leonel Fernández.

Se insiste en vincular a Vargas al denominado “PPH” y de asociarlo a los alegados errores cometidos en la gestión de Mejía. Esto a pesar de que el desempeño del hoy candidato perredeísta al frente de la secretaría de Obras Públicas fue valorado positivamente por la población, de acuerdo a encuestas publicadas en ese período.

De su lado, el candidato se ha esforzado por convencer de que el partido que lo postula es un “nuevo PRD”, con lo que intenta desligarse de fallas cometidas en el pasado por la organización.

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