jueves, mayo 29, 2008

FIDEL CASTRO, EL ÚLTIMO REVOLUCIONARIO

El pais, Es./Servicios Google

Antes de que muera, porque después de muertos todos somos buenos, quiero decir publicamente mi admiración hacia el último revolucionario que se ha conocido en el mundo: Fidel Castro.

Fidel Castro fue y aún es un romantico, un Quijote que lucha no contra molinos de viento sino contra el viento de los molinos. Se enfrentó a Batista desde sus inicios como Dictador cubano, asaltó un cuartel, atracó en sus playas con una expedición, hizo guerra de querrillas, nucleó al pueblo y triunfó. Alfabetizó a un país con alto grado de analfabetismo, lo educó y lo levó a la cumbre de la instrucción. Hizo una Reforma Agraria para darle la tierra a los desposeidos, una Ley de Alquileres (o algo así) para que todos tuvieran vivienda. Le dio Salud al pueblo y hoy Cuba es un ejemplo ante el mundo por su sistema de Salud. Eliminó la discriminación racial y hoy el negro o el mulato valen tanto como el blanco.

Quizás se equivocó en algunas o muchas cosas, pero dire como Neruda:

Fidel, Fidel, los pueblos te agradecen
palabras en acción y hechos que cantan,
por eso desde lejos te he traido
una copa del vino de mi patria:
Es la sangre de un pueblo subterráneo
que llega de la sombra a tu garganta.
Son mineros que viven hace siglos
sacando fuego de la tierra helada.
Van debajo del mar por los carbones
y cuando vuelven son como fantasmas.
Se acostumbraron a la noche eterna,
les robaron la luz de la jornada
y sin embargo aquí tienes la copa
de tantos sufrimientos y distancias:
La alegría del hombre encarcelado,
poblado de tinieblas y esperanzas
que adentro de la mina sabe cuando
llegó la primavera y su fragancia,
porque sabe que el hombre está luchando
hasta alcanzar la claridad más ancha.
Y a Cuba ven los mineros australes,
los hijos solitarios de la Pampa,
los pastores del frío en Patagonia,
los padres del estaño y de la plata,
los que casándose con la cordillera
sacan el cobre en Chuquicamata,
los hombres de autobuses escondidos
en poblaciones puras de nostalgia.
las mujeres de campos y talleres,
los niños que lloraron sus infancias.
Esta es la copa, tómala Fidel.
Está llena de tantas esperanzas
que al beberla sabrás que tu victoria
es como el viejo vino de mi patria.
No lo hace un hombre sino muchos hombres,
no una uva sino muchas plantas,
no es una gota sino muchos ríos,
no un capitán sino muchas batallas,
y están contigo porque representas
todo el honor de nuestra lucha larga.
Y si cayera Cuba, caeríamos,
y vendríamos para levantarla.
Y si florece con todas sus flores,
florecerá con nuestra propia savia.
Y si se atreven a tocar la frente
de Cuba por tus manos libertadas
encontrarán los puños de los pueblos,
sacaremos las armas enterradas,
la sangre y el orgullo acudirán
a defender a Cuba bienamada.

QUIZÁS LO QUE PENSÓ SE FRUSTRÓ, PERO TANTAS PERSONAS NO PUEDEN ESTAR EQUIVOCADAS.
¡SALUD COMANDANTE Y HASTA SIEMPRE!

¡COMANDANTE EN JEFE POR SIEMPRE, ORDENE¡

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