lunes, marzo 10, 2008

Las Farc atraviesan el peor momento de su historia

Infolatam/Servicios Google
Madrid, 10 de marzo de 2008

En 2007, 6.600 guerrilleros desertaron de las FARC.
Las FARC tenían 18.000 hombres en 2002.

En 2007 no pasan de los 12.000.
En 2002 secuestró a 900 personas. En 2007 a 150.


La muerte de Raúl Reyes y de Iván Ríos en menos de una semana ha supuesto un golpe demoledor para la cúpula de las Farc. La guerrilla lleva cinco años perdiendo terreno y recursos por la ofensiva del gobierno de Álvaro Uribe y su política de "seguridad democrática". Tras ocho años de la implantación del Plan Colombia, las Farc han perdido la mitad de sus efectivos y están arrinconadas en lo más apartado de la selva, donde mantienen a sus 700 secuestrados y sus plantaciones de coca, que les otorgan recursos para mantener una importante capacidad militar.

En menos de una semana las FARC perdieron a dos miembros de su Secretariado, la cúpula de mando de la organización, lo que ha desatado el peor momento de su historia que se remonta a 1964. La muerte de Raúl Reyes provocó una crisis internacional entre Ecuador, Colombia, Venezuela y Nicaragua ya que el número dos de las Farc murió en territorio ecuatoriano en una operación militar colombiana.

Consecuencia directa de la muerte de Raúl Reyes fue la de otro miembro del secretariado, Iván Ríos. Acosado por la pérdida de varios de sus hombres, la presión militar que lo tenía rodeado, la falta de víveres y la noticia de la muerte de Raúl Reyes, uno de sus hombres decidió entregarse no sin antes asesinar a Iván Ríos. Su jefe de seguridad, Pablo Montoya, alias, Rojas, lo asesinó. Esta decisión se enmarca dentro de la ofensiva militar contra el bloque José María Córdova que lideraba Ríos y que empezó en febrero.

La pérdida de Iván Ríos es muy importante ya que no sólo se trataba de un miembro del Secretariado de las Farc sino por sus vínculos con Alfonso Cano e Iván Márquez, el ala más política y más ortodoxa de las Farc.

La labor de inteligencia desaticula a las Farc
Los últimos éxitos en la lucha contra las Farc evidencian el buen funcionamiento de los servicios de inteligencia colombianos (policía, DAS, y ejército) que trabajan coordinadamente y que están centradas en acabar con la estructura de mando de la guerrilla.

Esa labor de inteligencia está detrás de la muerte de Tomás Medina Caracas, El Negro Acacio, el pasado 3 de septiembre, y de Gustavo Rueda Díaz, Martín Caballero, el 25 de octubre. Además, en junio de 2007, las Fuerzas Militares dieron muerte a Milton Sierra Gómez, alias ‘J. J.', jefe del frente urbano ‘Manuel Cepeda Vargas', luego la policía capturó a Helí Mejía Mendoza, ‘Sombra' , uno de los líderes del estado mayor de las Farc.

Los dos últimos golpe evidencian que las Farc y su jefatura son vulnerables y no son invencibles (muerte de Raúl Reyes) y que existen quiebres internos (asesinato de Iván Ríos a manos de uno de sus hombres).

A esta situación coyuntural se une el mal estado de salud de su líder histórico, Manuel Marulanda, Tirofijo (que comanda a la guerrilla desde los años 60 aunque está en las montañas desde los 50 donde empezó como guerrillero liberal).

Los éxitos del Plan Colombia y la Seguridad Democrática

Además, los distintos frentes de las Farc se encuentran aislados y sin coordinación debido a la ofensiva militar del gobierno. En este sentido el asesinato de los 11 diputados secuestrado en julio de 2006 producto de una falta de entendimiento al interior de la guerrilla o el fiasco de la liberación del niño Emmanuel demuestran el deterioro interno de las Farc.

Como asegura el diario El País de Colombia, "el deterioro que se estaría presentando al interior de las estructuras de las Farc es un logro de la Política de Seguridad Democrática, trazada por el gobierno del presidente Álvaro Uribe y que descansa sobre las bases del Plan Colombia, financiado con recursos de Estados Unidos".

El Plan Colombia y la política de Seguridad Democrática han conducido a las Farc a estar arrinconadas en la zona de frontera con Venezuela, Ecuador y Panamá. El ejército colombiano se han transformado ya que dispone de 30 brigadas y 20 estructuras móviles profesionalizadas y modernizadas con los 15 helicópteros Black Hawk y aviones Super Tucano.

La ofensiva del gobierno ha provocado que las Farc hayan perdido sus santuarios, las zonas territoriales más habitadas, los ingresos que obtenían gracias a los secuestros, la extorsión y el narcotráfico. Además han empezado a escasear los alimentos, el material bélico, los hombres (6.600 guerrilleros abandonaron en 2007 las Farc).

Además, la crisis desatada por la muerte de Raúl Reyes ha desvelado las conexiones entre los gobiernos de la zona con las Farc, lo que podría impedir o al menos dificultar las relaciones de los gobiernos de Rafael Correa y Hugo Chávez con las Farc.

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