sábado, noviembre 10, 2007

Bill Clinton, arma de doble filo en campaña de Hillary a la Casa Blanca

Servicios Google/EstrelloaDigital, España

El apoyo público a su esposa es visto por muchos como una losa por la enorma popularidad del ex presidente, capaz de eclipsar a todo el que esté a su alrededor.
Bill Clinton ha dejado claro esta semana su intención de poner todo su capital político al servicio de las ambiciones presidenciales de su esposa, una ayuda en la que muchos ven un arma de doble filo. Su paso el pasado domingo por Salt Lake City, Utah, es un buen ejemplo de las ventajas y desventajas de que Hillary tenga a Bill Clinton como telonero estrella de su campaña electoral.


T. Bouza/Efe, Washington

Bill y Hillary Clinton. El ex presidente fue recibido por una multitud enardecida en un evento de recaudación de fondos para el que se agotaron las entradas y en el que aseguró que votaría por Hillary aunque no estuviera casado con ella. Además, achacó la publicidad negativa que recibe la senadora a los 16 años de ataques de sus rivales republicanos. "La verdad es que me parece que se conserva bastante bien para tener 60 años y haber sufrido todos esos embates", bromeó. Ese y otro acto engordaron en varios cientos de miles de dólares las ya abultadas arcas electorales de Hillary.

La jornada habría sido inmaculada si no hubieran salido a relucir algunos de los temas que mueven el voto en una u otra dirección en la "América profunda". "Creo que la gente de este estado quiere a alguien que represente sus valores y principios y cuesta creer que Hillary Clinton sea la candidata de los valores familiares", dijo Stan Lockhart, el presidente del Partido Republicano de Utah tras el paso del ex inquilino de la Casa Blanca por la zona.

Conrad Fink, ex vicepresidente de la agencia de noticias Associated Press (AP) y profesor de Periodismo de la Universidad de Georgia piensa que esas críticas esconden uno de los principales peligros políticos que afronta la pareja Clinton.

"Creo que tras bambalinas Bill Clinton es un maestro de la estrategia política", explicó a Efe Fink, quien dice estar convencido de que los consejos de Bill ayudan a Hillary a maniobrar mejor en el complicado juego de la política. "Pero tiene un bagaje político muy importante que puede dañar a Hillary con una gran parte del electorado", añadió.

Según el experto, ese grupo de votantes cree que dadas sus infidelidades matrimoniales, Clinton no debería de regresar a la Casa Blanca ni siquiera como esposo consorte. "O sea que es un activo muy valioso en privado pero en público no está claro", indicó el profesor de Georgia.

Bill “eclipsa a todos a su alrededor”

Bruce Oppenheimer, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Vanderbilt (Tennessee), cree que el apoyo político de Bill Clinton ha ayudado a Hillary a recaudar más fondos, acaparar más titulares y a tener un mayor respaldo entre los afroamericanos.

Bill Clinton, que abrió su oficina en Nueva York en el barrio afroamericano de Harlem, es popularmente conocido como "el primer presidente negro" de EEUU por su enorme popularidad con ese segmento de la población.

Aun así Oppenheimer advierte de que Hillary debe tener en cuenta la tendencia de Bill a "eclipsar a todos a su alrededor". "Sospecho que lo deben de saber, pero tienen que tener cuidado", dijo a Efe el experto, quien opina que eso podría explicar el que aparezcan tan poco juntos en los escenarios.

Thomas Schwartz, profesor de historia de la Universidad Vanderbilt, es de los que piensa que, pese a todo, vale la pena correr el riesgo. En su opinión, una vez pasadas las primarias y si Hillary gana la candidatura del partido, "la estrategia correcta será utilizar a Bill Clinton en aquellos estados y regiones en los que es popular", como California y el nordeste de EEUU.

"En el sur, no lo quieren mucho, yo evitaría recurrir a él con propósitos electorales en estados como las Carolinas o Tennessee", indicó. Sea como sea, no falta quienes, como el ex vicepresidente de AP, reconozcan que la poderosa presencia de Bill Clinton (1993-2001) es difícil de resistir.

"Hay un elemento de su personalidad que gusta a muchos estadounidenses, es alto, guapo, tiene sentido del humor", destacó Fink, quien recordó que "muchos de los candidatos presidenciales son aburridos y estirados y de repente sube Bill Clinton al escenario y la gente dice 'guau'".

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