miércoles, abril 18, 2007

Crisis: Soto Jiménez ve Estado incapaz de cumplir y hacer cumplir las leyes

.
De El Caribe, Matutino Dominicano
El presidente de la Fundación Quinta República, general José Miguel Soto Jiménez, hizo un análisis de las causas que estarían generando una crisis moral e institucional en el Estado dominicano. El historiador y ex secretario de las Fuerzas Armadas dijo que esa crisis se proyecta en “nuestras creencias comunes, los valores nacionales, precisamente agredidos por esas corrientes neoliberales y las corrientes mal llamadas globalizadoras, que el término correcto sería mundializadoras”.


Al ser entrevistado en el Almuerzo semanal de Multimedios del Caribe, Soto Jiménez dijo que “la actitud correspondiente es una respuesta urgente y compensatoria en la medida en que mediamos y sorteamos el fenómeno de la globalización, que es un hecho incontrovertible, debemos reforzar esos valores nacionales para poder mantener la cohesión y poder soportar los efectos de la transculturalización y la injerencia en sentido general”.


El historiador José Miguel Soto Jiménez advirtió que la República Dominicana atraviesa por una de las crisis más graves de toda su historia, debido a la incapacidad del Estado de dar respuesta satisfactoria a los principales problemas de la vida nacional.


Como historiador, escritor y observador de la realidad nacional, ¿cómo usted ve las perspectivas de la República Dominicana en materia institucional y en cuanto a su futuro social y político?


La República Dominicana ha vivido a lo largo de toda su historia de crisis en crisis.

En este rosario donde priman las dificultades por un sinnúmero de factores, que van desde la pobreza secular y el aislamiento y también por el despropósito de muchos dominicanos, lo importante quizás no son las veces que hemos caído sino las veces que nos hemos levantado.Yo pienso que en este momento la nación está viviendo una de sus crisis más terribles y parecería que es una crisis más de las tantas que hemos vivido.


Sin embargo, es sumamente preocupante que en esta ocasión los elementos que han hecho posible que nos levantemos y que hayamos sorteado esa crisis, no menos acuciosa y apremiante que hemos vivido, también están en crisis en este momento y son nuestras creencias comunes, los valores nacionales, precisamente agredidos por esas corrientes neoliberales y las corrientes mal llamadas globalizadoras, que el término correcto sería mundializadoras.


Entonces, yo pienso que la actitud correspondiente, es una respuesta urgente y compensatoria en la medida en que mediamos y sorteamos el fenómeno de la globalización, que es un hecho incontrovertible, debemos reforzar esos valores nacionales para poder mantener la cohesión y poder soportar los efectos de la transculturalización y la injerencia en sentido general de los poderes ultranacionales.


Usted habla de que la República Dominicana vive hoy día una crisis y también habla de una permanente crisis, pero no caracteriza esa crisis. ¿Cuáles son los elementos que lo hacen definir el estado actual del país como de crisis?


Estamos hablando de lo que la Fundación Quinta República ha llamado crisis del Estado anómico.


¿Podría explicarnos el significado del término?


Parecería un término extravagante.


Es un término usado por un sociólogo y politólogo de origen alemán de la Universidad de México para determinar una patología social que tiene que ver con la debilidad del Estado. Anómico lo que quiere decir es el estado ausente de normas.


El Estado dominicano tiene muchas normas y muchas leyes, pero la mayoría de las leyes de nuestro país son vírgenes, que no se cumplen o que se cumplen a medias y eso ha producido en un proceso de 30 ó 40 años el debilitamiento paulatino del Estado, que lo hace ineficiente.


Los síntomas de un Estado anómico son la deficiencia en la retribución de nuestros impuestos, en los servicios, algunos de ellos inexistentes, otros que se sirven de forma acomodaticia o ineficiente, la falta de seguridad, porque el Estado ha perdido el monopolio legalmente aceptado de la violencia y también una crisis moral. Cuando hablo de crisis moral no me estoy refiriendo a la mojigatería típica de los eufemistas.


Me estoy refiriendo a que el Estado, una de sus obligaciones fundamentales es de servir de referente moral a la sociedad y en muchos aspectos el Estado ha perdido ejercer esa función de forma eficiente.


Lo que está pasando en nuestro caso en muchos órdenes es que la pérdida de ese referente moral que es el Estado, ha hecho que todo el tejido social se esté reproduciendo al margen de la ley.

¿Y hacia dónde vamos entonces, con un Estado que marcha de esa manera?

El presidente de la República, que es un gran analista y un gran intelectual, ha dicho en varias ocasiones que estamos en el caos o al borde del caos y yo le he respondido de forma muy respetuosa en varios artículos que no debemos apuntar a eso porque el caos tiene el inconveniente de que no lo maneja nadie ni le saca provecho nadie.


¿Cuál es la fórmula que propone la Fundación Quinta República para para encarar esa situación?


Entonces, se requiere una actividad proactiva para regenerar el Estado, para devolverle la autoridad a sus instituciones. Cuando hablo de autoridad no me estoy refiriendo a truculencia, sino a eso que el pueblo llama en términos reales y que existe en otros países, la dictadura de la ley, porque también uno de los síntomas del Estado anómico, y fíjense que no hablo de gobierno, es que se trata de un Estado que no cumple ni hace cumplir las leyes.


Entonces, la propuesta de la Fundación Quinta República es esa, de que nos planteemos una quinta república antes de que toquemos el fondo o lleguemos al caos, una república que presupone la erección de un Estado regenerado en su principal atributo, sin el cual no se explica, qué es la soberanía nacional, que en muchos aspectos está mediatizada, a veces no por la imposición sino por la avenencia y la condescendencia que produce la debilidad del Estado a que nos estamos refiriendo.


Otros analistas han sostenido que el Estado dominicano está secuestrado por una especie de oligarquía política.

En este caso no sería un asunto de conciencia sino de conveniencia de que este estado de cosas se mantenga así.

Aboga por un gran frente de hombres de buena voluntad


¿Hay salida institucional a la vista o el país tiene que resignarse con un futuro incierto?

Yo pienso que nunca más que ahora hay una brecha para una alternativa y no me estoy refiriendo a una de las alternativas clásicas de poder, sino a una alternativa que esté cimentada en cifras muy interesantes.


Por ejemplo, es bien sabido que el 80 por ciento de la población votante apta en la República Dominicana no está inscrita en ningún partido político y que solo 20 por ciento está inscrita en todos los partidos políticos, a despecho incluso del padrón que muestran los partidos.


La gran pregunta sería, pero ese 80 por ciento se expresa en los procesos electorales, pero de forma no proactiva. Se expresa para castigar las gestiones imperfectas de gobiernos, en muchos casos como debe de ser, pero no para construir la opción a lo que nos estamos refiriendo, lo cual supone el advenimiento de un gran consenso, un gran frente, una coalición constituida por los hombres y mujeres de buena voluntad en la República Dominicana que quieren realmente un país mejor y, por qué no, escapar a los efectos de una partidocracia que en el mejor de los casos, partiendo de las buenas intenciones que puedan tener sus gestores, no han resuelto, después de que ha ejercido el poder varias veces en la República Dominicana, las tres opciones básicas no han resuelto los grandes problemas nacionales.


Una opción

Compromiso

Fundación Quinta República traza pautas

“Lo que estamos haciendo en la Fundación Quinta República es una convocatoria para la construcción de esa opción, un gran llamado a todos los sectores políticos, incluyendo la militancia, las bases de los mismos partidos tradicionales, que en nada tienen que ver en muchos casos con lo que son las cúpulas directivas, para construir esa opción, no que la opción sea Soto Jiménez ni fulanito de tal y quizás el primer trabajo es el que estamos haciendo y el que están realizando otros grupos. Solamente hay que andar el interior del país, las comunidades, los municipios como nosotros lo estamos haciendo ahora, no solo para pontificar sobre los grandes problemas nacionales, porque la gente no solo está cansada de esas opciones tradicionales, está cansada de la denuncia repetida”.

No hay comentarios.: