POR RAMON ALBURQUERQUE
Por milenios, la caña ha sido fuente principal de sacarosa, la llamada azúcar común, o azúcar de mesa.
La eterna China inició su procesamiento hace más de 2500 años, los anales persas cuentan cuando les llegó de China en tiempos de Darío, y narran sus aportes técnicos, hasta que finalmente fue conocida en Europa, gracias a las conquistas del inmenso Alejandro Magno.
El azúcar de remolacha, por su parte, tiene una historia reciente, aunque por años era conocida por los científicos, sin embargo, no existía una producción industrial y mucho menos un consumo masivo, incluso, se pensaba que era distinto al obtenido de la caña, hasta que el alemán Andrés Marggraf en 1747, determinó son el mismo producto, de idénticas características.
El azúcar de remolacha se tornó de vital interés cuando a principios del siglo XIX, el Imperio Británico impidió el comercio del resto del mundo con Europa, dominada para la fecha por Napoleón Bonaparte.
El gobierno francés ordenó entonces, la siembra de 32 mil hectáreas de remolacha, dando inicio a dicha industria. Tal decisión tuvo efectos inmediatos porque en 1811 funcionaban más de 40 factorías remolacheras. Así quedó establecida esta industria como herencia napoleónica.
Desde luego, la prosperidad solo existió durante el bloqueo, tan pronto éste fue levantado, cerraron las factorías hasta el total abandono.
Hoy por hoy, la producción de remolacha azucarera, sustenta el 30% de la producción mundial de azúcar.
La producción mundial es de 125 millones de toneladas, repartidas en 80 y 35 millones, entre la caña y la remolacha, respectivamente.
La remolacha exige prácticas de cultivo de altas tecnologías, climas templados, alta fertilización, control de P.H., nivelación extrema de suelos, drenajes meticulosos, irrigación esmerada, entre otras exigencias muy especiales. A parte de todo esto, la remolacha es un cultivo bianual como se detalla mas adelante.
Estos factores indican que, la siembra de remolacha demanda solvencia, propia de sociedades que pueden pagar un alto precio por su autarquía económica –anacrónica-, en virtud de que gozan de avanzado desarrollo e infinitas riquezas.
Esta industria perderá toda posibilidad cuando los términos del intercambio internacional se realicen en planos competitivos. Los perjudicados son justamente pueblos pobres de las zonas tropicales y subtropicales.
Este hecho explica que, el 90% del azúcar de remolacha provenga de países ricos y muy ricos, mientras que el 70% del azúcar de caña procede de naciones pobres.
El Ingeniero Ramón Alburquerque es Presidente del Partido Revolucionario Dominicano y vicepresidente de la Internacional Socialista para América Latina y El Caribe
No hay comentarios.:
Publicar un comentario