Dr. Leonel Fernández
Presidente de la República.
Sus manos.
Ciudadano Presidente:
Inicio esta comunicación recordando los compromisos derivados de mi exposición a raíz del intercambio sostenido con usted el 19 de septiembre del año en curso, en relación con la por mí denunciada trama criminal orquestada desde el Gobierno y la jefatura militar de Colombia:
o La asignación de armas para mi protección debe ser reforzada y regularizada. Una sub-ametralladora fue sensiblemente dañada por la Policía después del incidente con los "Linces". El personal que me acompañará con las mismas, estará integrado por mis compañeros de lucha, dado que este gobierno, este régimen, este sistema, no me merecen confianza para aceptar custodia oficial.
o Es necesario que usted, dada su alta investidura, exprese públicamente su rechazo a esa injerencia colombiana que ciertamente ha creado una situación "muy delicada". Debido a ese factor entiendo que su gobierno debe invitar al gobierno colombiano y sus socios a desistir de esos propósitos Debe quedar claro que el gobierno dominicano no permitirá ninguna persecución y agresión contra mi persona.
o Sería conveniente que usted ordenara investigar sobre mi situación en la INTERPOL, dado que tengo informaciones de que por sugerencias del gobierno colombiano, ese organismo podría intentar afectar mis derechos de libre tránsito.
o Procede investigar el por qué de la negligencia del Procurador y tomar las medidas de instrucción para que ese comportamiento irresponsable se supere. Igualmente procede aclarar todo lo concerniente a la agresión de los llamados "Linces". Es necesario establecer de donde procedió el plan y la orden.
o Es conveniente que los(as) extranjeros(as) mencionados en esta presentación de hechos sean advertidos por las instancias oficiales para que detenga sus trajines criminales.
De estos compromisos se ha cumplido parcialmente el primero y el tercero, de acuerdo a las informaciones de que dispongo hasta la fecha
Del primero faltan algunas de las armas solicitadas a la Secretaría de las Fuerzas Armadas y del tercero desconozco, no hay expresión pública de esto, si finalmente usted envió la nota diplomática prometida al gobierno de Colombia
Por demás, no he recibido noticias de lo relacionado con la INTERPOL, ni de las investigaciones correspondientes al incidente con los Linces (aunque si me enteré de que se designó una comisión mixta con esos fines), ni respecto a la actitud negligente del Procurador General de la República, ni sobre la necesaria advertencia a los extranjeros involucrados en el referido plan.
En ausencia suya del país, en ocasión de su reciente viaje al exterior, tuvieron lugar dos hechos que han dejado espesas sombras tanto sobre la actitud de jefatura política del país respecto a este caso, como sobre la actitud de su gobierno y de las Fuerzas Armadas del país respecto al régimen criminal colombiano y a los propósitos criminales que animan a sus jefes militares. Veamos:
1-El intento de agresión perpetuado por unidades de la Policía Nacional en ocasión de mi visita, junto a Lourdes, a la casa de mi hijo Pavel Ernesto Isa Contreras, el pasado 5 de noviembre (anexo declaración contentiva del relato de lo acontecido y de mis valoraciones al respecto).
2-La discreta visita del general Freddy Padilla de León y sus confesados intercambios con los jefes militares del país en torno a la propuesta colombiana, que además de sus hipócritas sugerencias de colaboración en la lucha contra el narco-tráfico y el terrorismo, incluye enfrentar los vínculos de fuerzas políticas dominicanas con las FARC; planteo que ha estado muy presente en los persistentes empeños de ese régimen de criminalizar mis – relaciones históricas de solidaridad- y la de otros(as) camaradas- con esa organización político-militar (anexo información periodística posterior a su salida del país).
Esta visita del general Padilla y su contenido temático se inscribe dentro de la escalada que ya había iniciado el renunciante general Mario Montoya, acusado por organismos de derechos humanos (incluido comisionados de la ONU), de múltiples matanzas. Y ahora, a pesar de esto, considerado por el propio Uribe Vélez para ser nombrado Embajador de Colombia en nuestro país.
Ella a todas luces está, además, dirigida a reforzar la infiltración de sus detestables métodos terroristas y su brutalidad represiva al interior de la Policía Nacional y de ciertos cuerpos militares, en el contexto del llamado "plan de seguridad democrática" y de la formación de supuestas unidades "anti-terroristas"
En tales circunstancias me pregunto: ¿De que garantías para mi vida y la de otros(as) revolucionarios(as) dominicanos(as) puede hablarse si su gobierno continúa aceptando tales ingerencias y tan malas influencias, dejando también impunes las conexiones internas del denunciado plan criminal?
Hay razones, señor presidente, para dudar y por eso le solicito cumplir cuanto antes todos los compromisos contraídos y dar demostraciones inequívocas contra esa dañina intervención de un gobierno justamente impugnado y denunciado por su criminalidad. Incluso cuestionado por el hoy electo presidente de los EEUU, Barak Obama, y en vía de ser acusado de
Crímenes de "lesa humanidad", lo que ha generado una situación más favorable para su aislamiento y eventual derrota política.
En verdad no hay forma de justificar la continuidad e incremento de este tipo de colaboración policial-militar del gobierno dominicano con el gobierno de Álvaro Uribe Vélez y por eso sería recomendable -para obviar responsabilidades propias, por acción u omisión- guardar debida distancia y bloquear esta nefasta intromisión militar colombiana y sus evidentes alianzas dentro de nuestro país.
Al comunicarle con franqueza la evolución de los hechos con posterioridad al positivo intercambio que sostuvimos, no me anima intención alguna de molestar y/o agredir personalmente a nadie, sino el genuino interés de esclarecer y despejar dudas basadas en hechos y situaciones que a mí entender deberían superarse lo antes posible para bien del país.
Agradeciendo su atención y las gestiones propias de su alta investidura, le saluda cordialmente:
Narciso Isa Conde
18 de noviembre del 2008
Santo Domingo, R.D.
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