Por Moisés iturbides
En un apartado rincón de la casa peerredeísta en New York, se reúne cada viernes lo que se ha llamado “Peña Política”. En torno a una mesa desvencijada nos sentamos todos codo con codo, para hablar de los principios doctrinarios del partido, de filosofía, psicología de medicina alopática y alternativa, economía y en fin todo lo que guarda relación con el sentir humano siguiendo el lema legado por el líder inmenso del partido José Francisco Peña Gómez, “Primero la Gente” y claro porque el PRD, es el partido de la gente. Y allí señores, les aseguro que se piensa. Se piensa en el partido y en la gente; con la cabeza fría y el corazón ardiente.
No se pasa lista, los nombres no importan, porque la individualidad esta soslayada, importan el partido y su candidato el compañero Miguel Vargas, nos importa la gente, pero he de hacer alguna deferencia por razones lógicas que ustedes comprenderán, se trata del adolescente Jairo Guerra de la JRD y los ancianos Rafael Mendoza y Luis Graveley, el primero es una especie de inspiración al grupo, mientras los ancianos aportan experiencia y cordura, hay de todas las edades y hasta algunos cascarrabias cuyos ímpetus quedan diezmados, con un profundo silencio y una sonrisa en los labios de los presentes.
Ha surgido para estudiar la ideología y los principios de la organización del jacho y el buey, de repente y sin que nadie lo sospechara, un grupo pensante se reúne allí cada viernes. Las ponencias como ha de imaginarse, versan en torno a la socialdemocracia, los principios programáticos y las herramientas del más viejo y más grande partido del espectro político dominicano; si se me permite el uso de este término en el plano metafórico.
Por razones de oficio llegué un poco tarde a la sesión pasada, por estar husmeando una reunión de otro grupo del mismo partido, cosa permitida a los periodistas, pero con otros fines menos doctrinarios, apenas entre y me di cuenta que se hablaba del escepticismo, puesto sobre el tapete por un académico presente. Evidentemente se estaba allí a orillas del filosofar.
Llegado mi turno hable del escepticismo desde el punto de vista del periodista y la noticia, algo que entendí era del dominio de todos los presentes pero desafortunadamente había un persona que no entendió nada y dijo luego; que un político no necesita a los periodistas y que él mismo puede hacer su noticia, comprendí que el asunto no era personal sino de ignorancia, porque incluso, un periodista político no es noticia si los periodistas no lo hacen noticia, esa es mi experiencia, además en la coyuntura moderna la noticia no tiene credibilidad si el origen de la misma no procede de medios y profesionales en la materia, acreditados y con prestigio; los famosos boletines de los políticos van a parar al cesto de la basura sin que nadie los lea donde quiera que llegan, incluso en los medios de comunicación.
Parodiando un poco al escritor picaresco español, Enrique Jardiel Poncela, cuando dijo: yo diría que: “Gano mi dinero honradamente, con el trabajo de mi cerebro, lo cual es poco frecuente entre gente de pluma (literatos, y avestruces)” Termina la cita. Le agrego los periodistas, pero los que menos usan el cerebro son ciertos activistas políticos abundantes en nuestro medio que solo saben oponerse a todo lo que no entienden y que dada su escasa preparación no pueden aportar soluciones. Afortunadamente, por lo menos hasta ahora en la peña se esta usando el cerebro y espero que continuemos en ello.
El escepticismo no es lo mismo para un periodista que para un arquitecto, o un abogado, médico, matemático o profesor de ciencia, para el periodista significa buscar la veracidad de una información en el origen suceso noticioso mismo, ora ya bien; en la fuente cuando se trata de declaraciones o manifiestos políticos, científicos etc., y claro en una inmensidad de casos. El periodista es escéptico por naturaleza y en el sentido intrínseco; aunque al llegar al hogar: le crea a su mujer que la casa esta desordenada porque tuvo jaqueca todo el día, cuando en realidad se la pasó hablando con las amigas y escuchando los consejos de la madre para dominar mejor al marido y es que para el periodista su mujer no es noticia, si fuera la esposa del vecino; el periodista investigaba que otra cosa pudo ocurrir que no fuera la jaqueca.
El arquitecto practica el escepticismo en la rectificación de sus cálculos y trazados a fin de que el ingeniero civil logre la obra perfecta o casi perfecta, porque para el escepticismo y la ciencia nada es perfecto. Para el médico es la observación de la fisiología y los procesos del organismo sobre de los efectos de los medicamentos aplicados a diversos enfermos, tal vez con la misma enfermedad pero con diferentes procesos de metabolismo, asimilación y factores de tolerancia, para un abogado consiste en la búsqueda de la verdad para demostrar que su defendido actuó con apego a la Ley, pero no es lo mismo con el abogado acusador que tratará de demostrar que el acusado actuó en total desacato del espíritu de la Ley. Lógicamente los fiscales y los jueces son abogados, pero para ellos el escepticismo tiene parámetros diferentes, tanto que difieren entre si y el consenso es poco menos que imposible. Mientras que para un profesor de ciencias el escepticismo lo es todo, puesto que es el punto de partida de la ciencia.
La triste experiencia es que para los políticos, en todos los estratos de la estructura política de la sociedad moderna el escepticismo es desconocido o deliberadamente ignorado en materia política, el periodista no puede pasar por alto el escepticismo porque la mayoría de los políticos decepcionan a la militancia de sus partidos, a toda la sociedad y todos los días con sus planteamientos demagógicos. Igual lo hacen otros grupos de poder económico y de controles sociales y científicos que a menudo son noticias, yo diría que cotidianamente hoy día la mentira esta latente en el 90 % de la información servida a los periodistas y cuidado si más. Los ejemplos sobran.
La función del periodismo es defender a la institucionalidad democrática, el orden legalmente establecido e informar a la sociedad en un plano que le permita hacerse juicios más o menos correctos sobre lo informado, pero el escepticismo prevalecerá, en este caso en la persona, grupo, sociedad o país a quienes se informa.
Para ilustrar esta nota les dejo los siguientes renglones.
Escepticismo
“Examinar” En la filosofía occidental, doctrina que niega la posibilidad de alcanzar el conocimiento de la realidad.
Escepticismo significa también duda de lo que es generalmente aceptado como verdad.
Todo el escepticismo filosófico, al final, tiene que ver con la epistemología; es decir, que está basado en las ideas sobre el ámbito y la validez del conocimiento humano.
Fuente:
A orillas del filosofar.
Cátedra de Antonio Fernández Spencer, Filósofo dominicano y profesor de Filosofía de la UASD
Santo Domingo, primavera de 1964.
En un apartado rincón de la casa peerredeísta en New York, se reúne cada viernes lo que se ha llamado “Peña Política”. En torno a una mesa desvencijada nos sentamos todos codo con codo, para hablar de los principios doctrinarios del partido, de filosofía, psicología de medicina alopática y alternativa, economía y en fin todo lo que guarda relación con el sentir humano siguiendo el lema legado por el líder inmenso del partido José Francisco Peña Gómez, “Primero la Gente” y claro porque el PRD, es el partido de la gente. Y allí señores, les aseguro que se piensa. Se piensa en el partido y en la gente; con la cabeza fría y el corazón ardiente.
No se pasa lista, los nombres no importan, porque la individualidad esta soslayada, importan el partido y su candidato el compañero Miguel Vargas, nos importa la gente, pero he de hacer alguna deferencia por razones lógicas que ustedes comprenderán, se trata del adolescente Jairo Guerra de la JRD y los ancianos Rafael Mendoza y Luis Graveley, el primero es una especie de inspiración al grupo, mientras los ancianos aportan experiencia y cordura, hay de todas las edades y hasta algunos cascarrabias cuyos ímpetus quedan diezmados, con un profundo silencio y una sonrisa en los labios de los presentes.
Ha surgido para estudiar la ideología y los principios de la organización del jacho y el buey, de repente y sin que nadie lo sospechara, un grupo pensante se reúne allí cada viernes. Las ponencias como ha de imaginarse, versan en torno a la socialdemocracia, los principios programáticos y las herramientas del más viejo y más grande partido del espectro político dominicano; si se me permite el uso de este término en el plano metafórico.
Por razones de oficio llegué un poco tarde a la sesión pasada, por estar husmeando una reunión de otro grupo del mismo partido, cosa permitida a los periodistas, pero con otros fines menos doctrinarios, apenas entre y me di cuenta que se hablaba del escepticismo, puesto sobre el tapete por un académico presente. Evidentemente se estaba allí a orillas del filosofar.
Llegado mi turno hable del escepticismo desde el punto de vista del periodista y la noticia, algo que entendí era del dominio de todos los presentes pero desafortunadamente había un persona que no entendió nada y dijo luego; que un político no necesita a los periodistas y que él mismo puede hacer su noticia, comprendí que el asunto no era personal sino de ignorancia, porque incluso, un periodista político no es noticia si los periodistas no lo hacen noticia, esa es mi experiencia, además en la coyuntura moderna la noticia no tiene credibilidad si el origen de la misma no procede de medios y profesionales en la materia, acreditados y con prestigio; los famosos boletines de los políticos van a parar al cesto de la basura sin que nadie los lea donde quiera que llegan, incluso en los medios de comunicación.
Parodiando un poco al escritor picaresco español, Enrique Jardiel Poncela, cuando dijo: yo diría que: “Gano mi dinero honradamente, con el trabajo de mi cerebro, lo cual es poco frecuente entre gente de pluma (literatos, y avestruces)” Termina la cita. Le agrego los periodistas, pero los que menos usan el cerebro son ciertos activistas políticos abundantes en nuestro medio que solo saben oponerse a todo lo que no entienden y que dada su escasa preparación no pueden aportar soluciones. Afortunadamente, por lo menos hasta ahora en la peña se esta usando el cerebro y espero que continuemos en ello.
El escepticismo no es lo mismo para un periodista que para un arquitecto, o un abogado, médico, matemático o profesor de ciencia, para el periodista significa buscar la veracidad de una información en el origen suceso noticioso mismo, ora ya bien; en la fuente cuando se trata de declaraciones o manifiestos políticos, científicos etc., y claro en una inmensidad de casos. El periodista es escéptico por naturaleza y en el sentido intrínseco; aunque al llegar al hogar: le crea a su mujer que la casa esta desordenada porque tuvo jaqueca todo el día, cuando en realidad se la pasó hablando con las amigas y escuchando los consejos de la madre para dominar mejor al marido y es que para el periodista su mujer no es noticia, si fuera la esposa del vecino; el periodista investigaba que otra cosa pudo ocurrir que no fuera la jaqueca.
El arquitecto practica el escepticismo en la rectificación de sus cálculos y trazados a fin de que el ingeniero civil logre la obra perfecta o casi perfecta, porque para el escepticismo y la ciencia nada es perfecto. Para el médico es la observación de la fisiología y los procesos del organismo sobre de los efectos de los medicamentos aplicados a diversos enfermos, tal vez con la misma enfermedad pero con diferentes procesos de metabolismo, asimilación y factores de tolerancia, para un abogado consiste en la búsqueda de la verdad para demostrar que su defendido actuó con apego a la Ley, pero no es lo mismo con el abogado acusador que tratará de demostrar que el acusado actuó en total desacato del espíritu de la Ley. Lógicamente los fiscales y los jueces son abogados, pero para ellos el escepticismo tiene parámetros diferentes, tanto que difieren entre si y el consenso es poco menos que imposible. Mientras que para un profesor de ciencias el escepticismo lo es todo, puesto que es el punto de partida de la ciencia.
La triste experiencia es que para los políticos, en todos los estratos de la estructura política de la sociedad moderna el escepticismo es desconocido o deliberadamente ignorado en materia política, el periodista no puede pasar por alto el escepticismo porque la mayoría de los políticos decepcionan a la militancia de sus partidos, a toda la sociedad y todos los días con sus planteamientos demagógicos. Igual lo hacen otros grupos de poder económico y de controles sociales y científicos que a menudo son noticias, yo diría que cotidianamente hoy día la mentira esta latente en el 90 % de la información servida a los periodistas y cuidado si más. Los ejemplos sobran.
La función del periodismo es defender a la institucionalidad democrática, el orden legalmente establecido e informar a la sociedad en un plano que le permita hacerse juicios más o menos correctos sobre lo informado, pero el escepticismo prevalecerá, en este caso en la persona, grupo, sociedad o país a quienes se informa.
Para ilustrar esta nota les dejo los siguientes renglones.
Escepticismo
“Examinar” En la filosofía occidental, doctrina que niega la posibilidad de alcanzar el conocimiento de la realidad.
Escepticismo significa también duda de lo que es generalmente aceptado como verdad.
Todo el escepticismo filosófico, al final, tiene que ver con la epistemología; es decir, que está basado en las ideas sobre el ámbito y la validez del conocimiento humano.
Fuente:
A orillas del filosofar.
Cátedra de Antonio Fernández Spencer, Filósofo dominicano y profesor de Filosofía de la UASD
Santo Domingo, primavera de 1964.
1 comentario:
Gracias por la referencia a mi abuelo. Un saludo.
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