jueves, mayo 10, 2007

(1) José Francisco, de la humildad a la inmensidad de su liderazgo



El 5 de julio de 1961, a las ocho de la mañana abordaba el carro de Don César Jerónimo, en el Seibo, hacia la entonces Ciudad Trujillo, era un transporte público y todos incluyendo al conductor viajábamos a la ciudad capital con el mismo propósito pero en direcciones diferentes.

Ellos iban al mitin que ese día convocaba la histórica comisión del PRD, Miolán, Silfa y Ramírez, mientras yo asistiría a una reunión con el agrónomo Domingo Sánchez Bisonó, uno de los gestores del Movimiento 14 de Junio -1J4- que luego murió con Manolo Tavárez, en Las Manáclas (1963) Anotado aquí, a manera de introducción, esto es materia para un trabajo posterior.

Llegada la hora de mi reunión me dirigí a La Calle del Conde esquina Hostos donde me esperaba Sánchez Bisonó, sabía que ahí estaba el hotel comercial pero ignoraba que el mitin peerredeísta se realizaría desde el balcón del histórico hotel, subamos que nos esperan los compañeros, me dijo, se trataba del ingeniero Manuel Vaquero Reid (Manolito) y el doctor Luís Ovidio Méndez, abogado y periodista en cuya oficina nos reunimos. Eran las cuatro de la tarde.

A las cinco Luís Ovidio dijo es la hora del mitin bajemos a ver que dicen los dirigentes del PRD, bajamos y nos colocamos en la esquina del edificio Vaquero justo frente al balcón del Hotel, 15 minutos después tres señores cruzaron la calle desde la acera del frente hacia el hotel, se trataba de los doctores Luís Lembert Peguero, abogado y Humbertilio Valdez Sánchez, dentista y un joven espigado y moreno de pecho erguido, Era José Francisco, que iniciaba su carrera hacia la inmortalidad y hacia un pedestal histórico pocas veces alcanzado en la república.

La manifestación no fue reprimida, eran casi las siete de la noche, unas cuatas decenas de hombres permanecían en el lugar y una patrulla mixta comenzó a dispersarlos con bastante prudencia, aunque se habían producido algunos arrestos en los alrededores, Manolito, atribuyó el ambiente permisivo a que le venía bien al entonces presidente Joaquín Balaguer y a Ránfis hijo mayor de Trujillo y jefe general conjunto de las FFAA.

No había cumplido yo los 18 años, de modo que mi presencia en el lugar era bajo la tutela de Sánchez Bisonó y el ingeniero Vaquero, cercano a las siete de la noche, divisamos la figura del doctor Lembert Peguero a la entrada del hotel y caminamos hacia él, al llegar nos invitó a entrar al hotel y nos sentamos en la recepción la primera pregunta de Manolito fue en torno a “ese joven tan valiente que no disimula su entusiasmo” y la respuesta no se hizo esperar es un joven profesor del Loyola, que además es locutor y estudiante de derecho, dijo el veterano abogado, no era necesario decir de que Universidad porque solo teníamos una, la entonces de Santo Domingo, hoy UASD.

Conversamos animadamente sobre los propósitos de los dirigentes y nos dijo que a José Francisco, se le había encomendado la organización de un mitin al aire libre en el parque Colón para el día 8 de ese mes, solo tres días después, hará contacto con las organizaciones que hasta ahora tenemos dijo el doctor Lembert, con el 1J4 ya tienen nuestra participación garantizada dijo el ingeniero Vaquero y asintieron Luis Ovidio y Sánchez Bisonó, de modo que los doctores Humbertilio Valdez y Luis Lembert eran los primeros profesionales que ingresaban al PRD, mientras que el primer joven lo era José Francisco de apenas 24 años y que esa misma tarde a más de la labor del mitin, Miolán lo juramento como presidente organizador de la Juventud Revolucionaria Dominicana –JRD- ala juvenil del PRD y le llamó el príncipe, mote que al parecer le gustó a Don Juan Bosch, que lo hizo suyo y así le llamamos hasta finalizada la guerra de abril cuando emergió como el líder indiscutible de todos los tiempos en las filas del PRD.

Esa tarde tambien casi ingreso yo al Partido porque Sánchez Bisonó y Manolito me dieron instrucciones para trabajar con los del PRD, para organizar el mitin y establecer contacto en la región oriental, al día siguiente estaba temprano en la oficina de Luis Ovidio, alguien dijo que José francisco estaba en la oficina de Humbertilio y fuimos allá, eran las nueve de la mañana, el odontólogo nos lo presentó y al conocernos dijo que teníamos que trabajar juntos para desterrar los remanentes de la dictadura y de inmediato se dedicó a la creación de un volante para el mitin, al poco rato salía yo para la imprenta de Don Juan de la Rosa en la Benito González, para mandarlo a imprimir.

Al regresar ya había otro volante preparado y cuando me disponía a salir Manolito me dijo que lo llevara a la imprenta Jackson al lado del Hotel La Fama en la avenida Mella, hay que enviarlos a diferente imprentas por si los incautan y dijo que enviaría a otro emisario a llevar tanto el del PRD como el del 1J4 a diferentes imprentas.

José Francisco estaba ya en la senda del heroísmo patriótico y yo debía regresar a El Seibo, pero Manolito dijo que buscáramos la forma de comunicarnos con mi tío Lao González para comunicarle que yo no viajaría ese día y que todo estaba bien, era el día seis, al día siguiente vimos de nuevo a José Francisco y dijo haberse reunido con dos compañeros del MPD que aceptaron participar en el mitin, Don Juan de la Rosa les entregaría parte de los volantes, que estarían esa tarde, pequeñitos bien dobladitos empezaron a distribuirse entre amigos y compañeros de mano en mano disimuladamente.

Me enviaron a San Pedro de Macorís a contactar al Compañero “José Mano Corta” en realidad no eran las manos sino los brazos que tenía cortos en extremo, viajaba de la sultana a la capital en un carro público, de su propiedad, pero había tenido que suspender los viajes por la represión y el acoso a que estaba sometido. Era el día siete de regreso en la tarde, me encomendaron ir al día siguiente muy de mañana por los compañeros de Hato Mayor Aris Carrero para que le avisara a Tondo Calcaño en Sabana de la Mar y al Seibo para que mi tío hiciera contacto con los de Miches, mientras yo debía regresar para el mitin a las 4 dela tarde pero tomamos la autopista de Boca Chica, entonces Presidente Trujillo y en el destacamento del kilómetro nueve nos retuvieron y a eso de las seis nos hicieron volver hacia el este, en San Pedro supimos que el mitin fue dispersado y que hubo algunos apresados y continuamos al Seibo…La grandeza de José Francisco se había puesto de manifiesto, yo había tomado la decisión de quedarme en el PRD…Continuará.-

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