viernes, junio 06, 2008

Hillary y Obama acuerdan trabajar juntos en una reunión nocturna y sin testigos

Barack Obama se dirige a sus seguidores en la localidad virginiana de Bristow para anunciar el comienzo de su campaña como candidato demócrata, el pasado jueves
PEDRO RODRÍGUEZ CORRESPONSAL, ABC, Es/Servicios Google
WASHINGTON. Aunque el multitudinario pulso político entre Barack Obama y Hillary Clinton ha producido en las primarias de este año más de 37 millones de votos -bastante más del doble de los 16 millones de sufragios reunidos en el 2004- su rivalidad ha terminado por dilucidarse en una reunión secreta, nocturna y sin testigos celebrada en Washington. El encuentro ha sido descrito en un comunicado conjunto como «una productiva discusión sobre el importante trabajo que queda por hacer para tener éxito en las generales de noviembre».
Para evitar espectáculos incómodos, Obama llegó a esquivar a la Prensa que le acompaña en su periplo electoral sin interrupciones. El candidato «in pectore» y Hillary se dieron cita en una residencia privada de Washington, la casa de Diane Feinstein, senadora demócrata por California. Según ha explicado la anfitriona, la reunión tuvo lugar a solas en el salón de su vivienda, «con un par de sillas confortables y agua». Al terminar tras una hora de deliberaciones, los dos políticos con caras sonrientes la llamaron para despedirse.
Charles Schumer, el otro senador por Nueva York y partidario de Hillary, ha presentado este discreto encuentro como «un ejemplo de la cooperación sin precedentes que vamos a ver entre las dos campañas». Desmintiendo que la reunión estuviera centrada en el futuro político de la ex primera dama. En cualquier caso, el equipo de Hillary ha confirmado para hoy sábado un mitin en Washington para reconocer su derrota y declarar públicamente su respaldo a Obama.
Este cara a cara ha coincidido con un esfuerzo por parte de Hillary Clinton para acallar las presiones para que Obama le conceda el premio de consolación de figurar como «número dos» en su candidatura. La ex primera dama ha insistido en que no está buscando convertirse en candidata a vicepresidente y que esa decisión corresponde solo y exclusivamente a Obama.
Triunfalista retorno a casa
El senador afroamericano, antes de ser recibido ayer como el hijo pródigo en su base política de Chicago y de llegar a vaticinar que en el 2016 estará acabando su segundo mandato en la Casa Blanca, ha insistido en que ahora mismo necesita tiempo para tomar la importante decisión de quién será su compañero de «ticket». En el tono conciliador utilizado desde su victoria este martes, Obama ha reiterado que Hillary por sus credenciales debería estar entre los finalistas.
Pero sin dejar de reclamar sosiego para completar un proceso de selección que se podría prolongar durante semanas.
En sus primeros movimientos como candidato presidencial, Obama ha llegado incluso a elogiar a Bill Clinton pese al criticado papel del ex presidente en la candidatura de su esposa. Según el senador por Illinois, el hombre «es un enorme talento político y daría la bienvenida a que hiciera campaña a mi favor». Dentro de estos pasos iniciales, Obama también ha prohibido al Partido Demócrata aceptar donaciones electorales procedentes de intereses especiales y «lobbystas» ante el Congreso federal.
Por primera vez desde que quedara claro quiénes competirán por la Casa Blanca en nombre del Partido Demócrata y del Partido Republicano, Barack Obama también mantuvo una breve conversación telefónica con John McCain.
El contacto fue descrito como cordial y con un punto de acuerdo entre los dos candidatos: mantener un tono civilizado durante los próximos cinco meses de campaña antes de los comicios generales del 4 de noviembre.

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