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"Es el punto de partida de una formidable campaña que debe hacer de Ségolène la presidenta de la República francesa"
"Lo que quiero desatar en esta campaña es un sobresalto colectivo, un impulso que tenga la dimensión de la esperanza que se levanta. Transformar la esperanza en superación, dando felicidad y a veces incluso fervor".
PARIS.- Ségolène Royal fue oficialmente investida el domingo candidata del Partido Socialista para las elecciones presidenciales francesas de 2007, y prometió "la victoria" a la izquierda a cinco meses de los comicios.
"Una nueva esperanza se ha levantado en la izquierda y sólo pide crecer", declaró Ségolène Royal en su discurso de investidura, donde prometió "la victoria en 2007".
"Lo que quiero desatar en esta campaña es un sobresalto colectivo, un impulso que tenga la dimensión de la esperanza que se levanta. Transformar la esperanza en superación, dando felicidad y a veces incluso fervor", añadió.
"Quiero encarnar este movimiento hacia lo alto, este movimiento que nos conducirá hacia la victoria", dijo.
El ex primer ministro Pierre Mauroy, que presidía el congreso de investidura, hizo subir a la tribuna a Ségolène Royal y la presentó a los 1.300 congresistas presentes, que le dedicaron una larga ovación.
"Es el punto de partida de una formidable campaña que debe hacer de Ségolène la presidenta de la República francesa", declaró Mauroy.
El ex primer ministro Lionel Jospin, figura histórica del partido que no había escondido su hostilidad hacia la candidata, no estuvo presente.
Ségolène Royal fue elegida candidata del PS, principal fuerza de oposición francesa, gracias al 60% de los votos de los afiliados del partido, muy por encima de sus dos adversarios, Laurent Fabius y Dominique Strauss-Kahn.
Vestida con un traje sastre blanco de finas rayas, la candidata saludó a los congresistas desde el estrado con una amplia sonrisa.
Ségolène Royal rindió homenaje a sus rivales derrotados en la primaria socialista, Dominique Strauss-Kahn y Laurent Fabius, y llamó a la unidad de todo el partido.
"Necesito de todos, de todos los talentos, de todos los socialistas, y esta victoria es la victoria de todos los socialistas", insistió.
La candidata lanzó "un llamamiento a todos los franceses, hombres y mujeres de nuestro país: unámonos, movilicémonos, ayudémonos unos a otros a servirle a Francia".
"Subiremos la montaña hasta la victoria", afirmó, llamando a "escuchar a los franceses". Asimismo denunció "las discriminaciones" y expresó su deseo de "una Francia que se reconozca en la diversidad de sus talentos y sus orígenes".
Ségolène Royal reiteró "los cuatro temas del debate participativo" en torno al cual debe articularse su campaña: educación, lucha "contra todas las formas de violencia", contra la vida cara y por un mayor poder adquisitivo, por el medio ambiente y el co-desarrollo.
La candidata denunció "las políticas de ruptura, de fractura, de inseguridad y de precariedad" de la derecha, en una alusión a la temática de su principal rival de derecha, Nicolas Sarkozy.
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